¿Esperar de?



Esperando. A lo mejor pensáis que estoy obsesionada con la palabra esperar, pero últimamente tengo la sensación que en la vida esperamos demasiado. Y no de la vida precisamente.

Esperamos demasiado de alguien, esperamos demasiado de algo, esperamos demasiado de tiempo, esperamos demasiado en algún lugar, esperamos demasiado en el dentista, esperamos demasiado en la peluquería, esperamos demasiado en el aeropuerto… esperamos demasiado…




Hoy, me encuentro en la habitación de un hospital. Nada grabe, operan a mi madre pero tiene que entrar en el quirófano y siempre tienes aquellos nervios en el estómago. Hemos llegado al hospital a las ocho de la mañana y ahora, a las 10:48 la han venido a buscar. ¿Hemos estado esperando demasiado no? Ahora nos tocará esperar un par de horas más hasta que la suban otra vez a la habitación.

Estando los tres, mi padre, mi madre y yo, hemos estado hablando. Han venido a buscar a mi madre, y mi padre y yo, inconscientemente hemos cogido, por un lado la Tablet, él, y por otro lado el portátil, yo. Cada uno se ha puesto a sus quehaceres. Y hemos dejado de hablar (nos llevamos súper bien y hablamos mucho). Supongo que cuando estaba mi madre con nosotros estábamos hablando para que ella no se pusiera nerviosa. Pero al marcharse, cada uno se ha puesto con sus temas. Es curioso pero esto pasa muchas veces y en muchas ocasiones diferentes.

Pues nada, que aquí estamos, esperando, una vez más. Y yo, para no perder el tiempo me he traído mi portátil y para poder escribir.



Pero a lo que iba. ¿Cuál es el problema de esperar? o ¿de esperar demasiado? Desde mi punto de vista, cuanto más esperamos más grande será la desesperación. El principal problema, para todo aquello que esperemos, es pensar que la otra persona hará lo que tú harías. Es esperar que se actúe como tú actuarias, es esperar cosas que te has imaginado sin que realmente sepas como va a ser…



Yo misma he dicho más arriba…”ahora nos tocará esperar un par de horas más hasta que la suban otra vez” Bueno pues tardaron 4 horas más en subir a mi madre. Así que, como os podéis imaginar me puse nerviosa a partir de las dos horas. ¿Porqué? Por qué yo misma me había creado unas expectativas de dos horas, que yo había supuesto sin que nadie me lo hubiese dicho, con lo que cuando pasaron estas dos horas y mi madre no la habían subido a la habitación, quien empezó a sufrir fui yo. Porque estaba esperando que la operación durara dos horas. Pero nadie me lo había dicho. Yo me lo imaginé. Así que…

Quien espera, desespera.

Es mejor no esperar nada, o poco, así todo lo que venga, bienvenido será. Es muy difícil hacerlo, lo sé, pero como en todas las situaciones de la vida, quien va a sufrir eres tú y nadie más que tú. Así que tú decides.



Yo intento tomarme la vida sin esperar ni esperar demasiado de nadie ni de nada, pero como podéis ver este día tampoco lo pude evitar. En una escalera del 0 al 10 pongo mis sueños, mis metas, mis objetivos en la parte del 10. Apostando alto. Incluso más alto de lo que creo que debería ser, pero de esta forma si consigo un 9 ya soy feliz. Y esperar de alguien o de algo lo pongo en el 0, así, si consigo un 1 soy también muy feliz. La cuestión es ser feliz, ¿no?



A lo mejor estáis pensando que no es lo mismo esperar de alguien y esperar en una habitación, por ejemplo. Pues bien, para mí sí, ya que  esperar significa tener esperanza de lograr o de que se realice algo que se desea. Creer o saber que sucederá una cosa.



Seguro que alguna vez os ha pasado que al tener una decepción habéis dicho, es la última vez que me pasa esto, es la última vez que voy allí, es la última vez que se lo digo… a raíz de haber esperado una cosa que no ha pasado. En muchos casos vamos tropezando con la misma pierda, pero llegara un día que ya no vamos a tropezar. Tropezamos porque no hemos aprendido la lección. La vida te pondrá la misma pierda en tu camino hasta que sepas como pasarla sin tropezar.



Antes decía que cuanto más esperamos más grande será la desesperación, y así es. Por ejemplo, cuando una persona te decepciona, aunque la perdones, nada vuelve a ser como antes. Tus sentimientos han cambiado. ¿Pero, no te has parado a pensar que a lo mejor es culpa nuestra por haber esperado demasiado de él o ella? Esta persona, ha actuado como a creído que tenía que actuar, sea bien o sea mal, pero nosotros estábamos esperando una cosa que queríamos, deseábamos, que pasara, pero puede perfectamente que no tuviésemos la garantía previa de que pasaría. Por este motivo nuestra desesperación es grande, porque esperábamos demasiado, mucho y el resultado ha sido diferente.



Y solo para mencionarlo pero no menos importante, podríamos reflexionar también pensando que alguna vez en la vida seguramente nosotros también hemos decepcionado a alguien que estaba esperando algo de nosotros y no se lo hemos dado. Y la culpa no es nuestra, ¿verdad?
Este hecho seguro que ha pasado alguna vez en nuestras vidas. Seguro que hemos decepcionado a alguien y ni tan siquiera lo sabemos y a lo mejor ni lo sabremos. Por este motivo, nosotros tampoco tenemos que esperar demasiado de alguien, porque este alguien seguramente no es ni conocedor de nuestros deseos, expectativas…  



Así que para resumir decir que en ocasiones esperamos demasiado de otras personas solo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho más por ellos y esperamos demasiado de una persona o situación te provoca tal decepción que te hace abrir los ojos y cerrar el corazón. Para terminar, comentar que que tienes que esperar de alguien lo más de lo más y con todas tus fuerzas… y es esperar todo de ti mismo, única y exclusivamente. De ti.

Gracias, gracias y gracias. ¡Feliz semana y hasta el jueves! ¡Hazte feliz!

Coral💋
*

Las fotos son del buscador de Google



Comentarios

Entradas populares de este blog

El sonido del ruido

Acuérdate de vivir mientras esperas